Marcelo Abdala sostuvo:
Un rechazo contundente a una herramienta que no solamente cuestiona el derecho de huelga de los trabajadores sino que inclusive puede llegar a cuestionar la institucionalidad democrática con que la gente se mueve. Ni los gobiernos anteriores de Sanguinetti y Lacalle, en momentos duros de lucha sindical, apelaron a esta herramienta deplorable desde el punto de vista jurídico y mucho más desde el punto de vist apolítico.
Fernando Pereira agregó:
Muchos de los sindicatos decidieron  movilizarse para mejorar el convenio o para rechazarlo, esto poco tiene que ver con la esencialidad. Es una decisión arbitraria, de escarmiento que el movimiento sindical va a rechazar. No somos una central sindical que dice: cada rama se arregla como puede, nos vamos a encargar entre todos.