Desde EcceChristianus:
UN SINIESTRO NEGOCIO
22 de septiembre de 2015
1. Nunca hubo 6 millones de judíos en el área efectivamente ocupada por las tropas alemanas.
2. De los judíos que vivían en las áreas ocupadas,
no todos fueron arrestados y de aquellos que sí lo fueron, la enorme
mayoría ha sobrevivido. De los que murieron, la casi totalidad falleció
por enfermedad, vejez u otras causas naturales.
3. El gas “Zyklon B” con el que supuestamente fueron
“gaseadas” las víctimas del ”holocausto”, fue usado desde la I Guerra
Mundial no sólo por las autoridades militares sino hasta por las civiles
ya que el gas en cuestión era un poderoso insecticida y desinfectante.
Fue usado en los campos de concentración solamente para los fines
específicos para los cuales fue fabricado.
4. Si los alemanes hubieran querido efectuar
“gaseos” masivos, lo lógico hubiera sido que emplearan gases letales
como el “Tabun”, el “Sarin” o el ”Soman” que se habían desarrollado en
una fecha tan temprana como 1936.
5. Es sabido que, poco después del cese de
hostilidades de la II Guerra Mundial, todo judío que no pudo ser
inmediatamente localizado, o que no se registró ante las autoridades
aliadas, fue automáticamente considerado muerto por exterminio. Debido a
este procedimiento absolutamente arbitrario se llegaron a producir
casos bastante ridículos. Uno de ellos es el de Simone Veil, quien fuera
Ministra de Salud Pública del gobierno francés de postguerra y hasta
llegó a ser presidenta del Parlamento Europeo. Se puede ver su nombre en
la página 519 de la “Memoria de la Deportación de los Judíos de
Francia”, en dónde esta buena señora figura como persona ejecutada en la
cámara de gas. Su resurrección sigue siendo un misterio.

7. El total de individuos que en absoluto fue
registrado en Auschwitz asciende a tan sólo 300.000 individuos. Los
registros del campo fueron tomados intactos por los aliados.
8. Hasta el último mes de la guerra, la Cruz Roja
Internacional inspeccionó regularmente los campos de concentración y los
halló en estado satisfactorio hasta que el control aliado del espacio
aéreo impidió los suministros básicos.
9. A los prisioneros de Auschwitz siempre se les
permitió recibir paquetes de ayuda provenientes de sus familiares, tanto
de Alemania como del extranjero. Además, los parientes y amigos de las
personas internadas podían visitar a los reclusos y esto difícilmente se
condice con los procedimientos usuales para un campo de exterminio.
10. El limitado testimonio de “gaseos” que existe,
ha sido obtenido, o bien por falsificación de documentos (como el caso
Poliakov), o bien por tortura de personas involucradas directa o
indirectamente en los campos de concentración. Destacados miembros de
Comisiones Investigadoras del Congreso de los EE.UU.
han atestiguado que los prisioneros alemanes en institutos aliados
fueron frecuentemente maltratados con salvajismo por interrogadores
judíos. Se les rompieron las mandíbulas, se martillaron sus testículos,
se les quebraron los dientes y se les arrancaron las uñas para obtener
“confesiones”. También es de público conocimiento que en múltiples
oportunidades los ciudadanos alemanes fueron amenazados por miembros de
las tropas aliadas de ocupación con la pérdida de sus cartillas de
racionamiento, con la violación de sus esposas por los negros del
ejército norteamericano, con la ejecución lisa y llana o con su entrega a
los rusos, si no “confesaban” determinados crímenes listados y
tabulados de antemano.
En el “Archipiélago Gulag”, Alexander Solzhenitsyn apunta el caso de Jupp Aschenbrenner, un bávaro que fue obligado por los soviéticos a firmar un documento en el que admitía haber trabajado sobre supuestos “vagones de gas”. No fue hasta muchos años más tarde que pudo probar que, en la época en cuestión, se hallaba en Munich estudiando el oficio de soldador.
La obtención de confesiones por torturas está a la orden del día en prácticamente todos los conflictos armados. Durante la guerra de Corea, nada menos que 38 pilotos norteamericanos hechos prisioneros por los coreanos, “confesaron” haber usado armas bacteriológicas. Por supuesto, nadie ha tomado en serio jamás las “confesiones” de estos pilotos. Solamente las “confesiones” arrancadas a ex miembros de las SS son presentadas como documentos de valor histórico.
En el “Archipiélago Gulag”, Alexander Solzhenitsyn apunta el caso de Jupp Aschenbrenner, un bávaro que fue obligado por los soviéticos a firmar un documento en el que admitía haber trabajado sobre supuestos “vagones de gas”. No fue hasta muchos años más tarde que pudo probar que, en la época en cuestión, se hallaba en Munich estudiando el oficio de soldador.
La obtención de confesiones por torturas está a la orden del día en prácticamente todos los conflictos armados. Durante la guerra de Corea, nada menos que 38 pilotos norteamericanos hechos prisioneros por los coreanos, “confesaron” haber usado armas bacteriológicas. Por supuesto, nadie ha tomado en serio jamás las “confesiones” de estos pilotos. Solamente las “confesiones” arrancadas a ex miembros de las SS son presentadas como documentos de valor histórico.
11. Los procedimientos de “gaseo” y de cremación,
descritos por los supuestos testigos, son inconsistentes y físicamente
imposibles. Por ejemplo, se afirma que el personal de los campos entraba
inmediatamente en las cámaras de gas, sin ningún tipo de protección
especial, para extraer a los cadáveres. El procedimiento, de ser cierto,
hubiera significado la muerte segura de ese personal ya que el ZykIon B
precisamente por ser un pesticida de alto rendimiento tiene un gran
poder letal residual.

Además, las cenizas que quedan luego de cremar un cuerpo humano,
pesan entre 2,5 y 4,5 Kg. Para 6.000.000 de cuerpos esto significa que,
en alguna parte, debería haber entre 15 a 27 millones de kilos de
cenizas sin calcular los residuos del combustible empleado. ¿Dónde están
estas 27.000 TONELADAS de restos???
12. Según el “World Almanac” del American Jewish
Committee (Almanaque Mundial del Comité Judío Norteamericano) había, en
1938, tanto como 15.688.259 judíos en todo el mundo. Según el New York
Times, en un artículo publicado por W. Balswin, en 1948 la población
mundial judía ascendía a 18.700.000 personas. Si de los 15 millones de
1938 restamos los supuestos 6 millones del “holocausto” nos quedan
apenas 9 millones. Es absolutamente imposible que estos 9 millones hayan
podido reproducirse para constituir los 18 millones de 1948. Ninguna
población del mundo es capaz de duplicar su número en tres o cuatro
años. Ni siquiera en 10 años sería posible tal crecimiento demográfico.
13. La cifra de judíos muertos y desaparecidos
durante II Guerra Mundial nunca pasó de las 250.000 personas. Esta cifra
es la que manejó oficialmente tanto la ONU como la Cruz Roja
Internacional. En esta cifra están incluidos tanto los judíos que
murieron de muerte natural como los que simplemente desaparecieron y,
reaparecieron sanos y salvos, como en el ya visto caso de Simone Veil.
Nadie discute la posibilidad, ni aún la probabilidad, de la
existencia de irregularidades y brutalidades cometidas por algunos
miembros de las SS. Elementos sádicos y anormales hubo, hay y habrá en
todas las tropas del mundo. Las matanzas de los Boers por los ingleses,
las matanzas de Katyn por los rusos, la matanza de My Lai por los
norteamericanos en Vietnam, son sólo muestras para ilustrar el punto.
Nadie pretende afirmar que nunca un judío fue muerto o maltratado por un
alemán. Pero 6 millones de judíos no murieron jamás en los campos de
concentración. Jamás hubo orden de exterminarlos. Jamás los alemanes
practicaron oficial, oficiosa o sistemáticamente el genocidio. El Tan
manoseado “holocausto” nunca tuvo lugar, El famoso “Holocausto”, bien
mirado, no es sino un colosal “Holocuento” utilizado por los israelíes
para cobrar sumas siderales en concepto de indemnizaciones. Esa es la
verdad: el “holocausto” no es más que un siniestro negocio.
1 comentario:
"Elementos sádicos y anormales hubo, hay y habrá en todas las tropas del mundo. Las matanzas de los Boers por los ingleses, las matanzas de Katyn por los rusos, la matanza de My Lai por los norteamericanos en Vietnam, son sólo muestras para ilustrar el punto".
Yo le agregaría a la lista la matanza de los Charruas, la conquista del desierto en Argentina, Los bombazos atómicos sobre Japón, el genocidio armenio, el genocidio blanco en Zimbawe, por el anti-blanco de Mugabe, el genocidio palestino, el genocidio de Ruanda, la matanza de blancos en Haití, el genocidio de los comunistas Mao, Stalin, Pol Pot....Se contamos todos las matanzas y genocidios, de la humanidad , la lista no termina mas.
Como siempre digo las matanzas y genocidios no son patrimonio de ninguna raza o ideología de la humanidad. Lamentablemente eso forma parte de la naturaleza humana. y vuelvo a repetir lo que comente en otro articulo: ningún pro-blanco, o nazi de hoy debería "pagar" por lo que sucedió o no sucedió, en esos campos de concentración hace 70 años.
Saludos desde Punta de Rieles.
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